El problema con las pedagogías progresistas actuales, es el de la distribución desigual de ese “recurso vital” que es el conocimiento.
Jorge Larrosa, 1996.
Lo que Jorge Larrosa nos propone principalmente en el texto “La experiencia de la lectura”, es pensar en la lectura como formación y en la formación como lectura.
Con respecto a los problemas de la educación actual, que van desde un deficiente sistema de educación, hasta las grandes brechas de desigualdad y privilegios entre algunos individuos, el autor nos invita a considerar la lectura como formación, en el sentido de verla como una actividad que depende en su mayor parte del lector, y que para que esto se pueda lograr es necesario que como sociedad logremos des-familiarizar las evidencias de la pedagogía dominante, aquella que está actualmente en una crisis humanística, en donde la educación tecno-científica ha impuesto la abolición de la biblioteca como aquel espacio único e irreemplazable de la formación y la educación. No obstante, pienso que el punto clave seria resaltar la importancia de la lectura en el proceso formativo.
Frente a uno de los principales planteamientos de Larrosa, considero que toca un punto bastante importante: el de la tecnología, y el de cómo esta está cambiando la forma en la que aprendemos y nos enseñan; no estoy en contra de este tipo de “ayudas y avances”, sin embargo comparto que el espacio de la lectura y escritura a través de textos, y así mismo bibliotecas, es algo irreemplazable y que deberíamos repensar la forma en la que la educación humanística está siendo reemplazada.
Por otra parte, Larrosa plantea que para poder “acabar” y avanzar en esta problemática educacional debemos hacer que “todos tengan acceso al conocimiento entendido como una cosa que hay que repartir de forma igualitaria, que no haya apropiación restringida, y que no sean solo unos pocos los que se apropien de él para su exclusivo beneficio” (Larrosa, 1996). Pero para que lo que el autor propone, pueda ser logrado, esta actitud de cambio debe empezar desde nuestras raíces, no podemos pretender que sean solo unos pocos quienes tengan la iniciativa y las ganas de transformar la lectura como formación y la formación como lectura, no basta que quienes quieran esto sean solo los perjudicados, esto haciendo referencia a aquellos quienes el autor considera deben estar en igualdad de condiciones frente a la educación; considero que debemos ser también todos aquellos que jugamos así sea un pequeño papel en la educación y su entorno; empezando por el cambio en el papel de los profesores, quienes en vez de enseñar lo que ya saben, deben transmitir su escucha, su apertura y su inquietud a los estudiantes.
Así pues, considero que el tipo de educación que Jorge Larrosa nos propone no es del todo alejado de la realidad, necesitamos replantearnos la forma y rumbo que está tomando nuestro actual sistema educativo. Si, puede llegar a ser difícil alcanzarlo e implementarlo por el tipo de sociedad y pedagogía dominante actual en la que nos encontramos; pero, si logramos ver la lectura como algo que tiene que ver con aquello que nos hace ser lo que somos, esta propuesta puede llegar a convertirse en una realidad.
Daniela Garzón Gutiérrez