lunes, 28 de marzo de 2016

Autobiografía


Mi nombre, Diana Buitrago García, con 29 años tengo muchísimo por contar pero no sé si la memoria suficiente como para acordarme de los múltiples eventos que han marcado mi vida.

Soy madre de una niña muy divina de 8 años llamada María José y vivo con mi esposito "William",  quien no es el padre de mi princesa, pero es como si lo fuera.

Trabajo como docente del sector oficial en el Municipio de Soacha y además soy esteticista profesional con mi cabina para dichos procedimientos al lado de mi casa; la lectura de mi mundo tiene una visión amplia y considero que siempre ha sido así.

Este año ha tenido un matiz diferente, y no sé si son las asignaturas que tengo este semestre, las lecturas o el grupo de estudiantes actual lo que me remonta a mis años de infancia y a la época de mi vida donde me cuestionaba por grandes eventos de mi alrededor y de los adultos que a mi paso estaban.

Tener un grado primero, después de 8 años, se ha vuelto en un reto y una experiencia continua, y cuando digo reto es porque es así, tengo un estudiante "Edwin" quien despierta en mi demasiados sentimientos y me cuestiona demasiado acerca de mi vocación como maestra y no porque no la tenga sino porque él me lleva a los extremos más inesperados de mi vida.

Crecí en un hogar marcado por el matriarcado, mi mami me tuvo de tan sólo 15 años y su experiencia a mi lado la llevaría a ir madurando a temprana en todos los aspectos de su vida, mi padre, caso aparte quisiera no hablar de él ni de eso, marcó demasiado mi vida pero pienso que eso ha hecho que sea una mujer más fuerte aunque en ocasiones quizás demasiado introvertida con algunos de mis sentimientos, en fin, cada día procuro madurar en ese aspecto; mi tía Mery con 11 años cuando nací, mi abuelita y mi tío Andrés con 8 fueron los brazos extendidos y el apoyo con el que día a día dí mis pasos.

Mi infancia considero que fue muy linda, cuando entré al colegio "de monjas" tenía demasiadas expectativas, los compañeritos, la profesora, los cuadernos, las tareas, en fin, me motivaban muchísimo, y es aquí donde mi existencia actual se une con mi infancia, veo en estos chiquis que tengo hoy en día, la Diana de aquella época, cuestionando por el entorno, viendo y escuchando miles de cosas y con el deseo enorme de poder plasmarlas en los cuadernos y los cuadritos que tenían las hojas; en mi mente siempre estuvo la cuestión de por qué no podía escribir todo lo que pensaba o hablaba y los grandes siiii, y me sonrío cuando escribo esto, porque varios de mis niños, al ver una nota o mirar el tablero empiezan "¿qué dice ahí plofe?" o se les ve igual de deseosos como lo estaba yo en mis 5 o 6 años.

Siempre vivimos en función de hacer lecturas no sólo de libros de texto sino también de la realidad que se nos permite vivir, vamos por la vida hilando, escribiendo y contando historias, todas las personas a nuestro alrededor son maestros y artesanos de eso que vemos, leemos y a su vez escribimos de diversas maneras.

Crecí y crecí y me traslade hacia Soacha donde también ingresé a una Normal Superior con hermanitas Salesianas, colegio femenino donde las aventuras eran al máximo y junto a mis amigas hacíamos ver de cuadritos la vida de las monjitas "jejejejeje".

Allí me dieron las bases no sólo profesionales sino la formación como ser humano que tengo hoy en día, palabras como "ser buenas cristianas y honestas ciudadanas" o "saludar, sonreír y agradecer" son algunos de los pilares que día a día rondan mi cabeza; recuerdo mucho y en el texto de Freire se reflejaba, algunas de las clases de español que tenía, leíamos libros simplemente por leerlos y pasar la asignatura y esos libritos juntos a sus miles de páginas eran el "coco" de todas nosotras, no eran nuestros amigos, muchas veces no comprendíamos muchas cosas y de hecho para las evaluaciones transcribíamos grandes apartes para que así la "miss" osea la profesora se diera cuenta que leímos todo y poder pasar la materia.

Sólo hubo un año en especial o no sé si fue que quizás ya habíamos madurado en ese aspecto, que empecé a sentir amor por eso que leía, en grado noveno, vimos literatura negra y urbana, literatura para adolescentes en fin, Cuauthemoc quien escribía para adolescentes logró envolverme en sus textos y leía sus libros una y otra vez subrayando lo que consideraba importante para mí en ese momento; Mario Mendoza, mi amor platónico de los libros quien actualmente todavía leo, logra centrar y obtener totalmente mi atención, adoro su literatura y la forma como entrelaza varias historias, la profe logró que él fuera al colegio y conocerlo me enamoró aún más!!! Pienso que él y mi profe los precursores en mi gusto por la lectura…

En fin, salí del colegio en el año 2003, al año siguiente no pude estudiar pero en el 2005, empezó mi aventura por la docencia, ingresé a ciclo complementario y mis estudios pedagógicos me motivaban más y más queriendo siempre ser la mejor docente o por lo menos intentar cada día dar lo mejor de mí, considero que la vida para algunos, es injusta, para otros conforme, para otros real y para muchos feliz; el texto de Freire al igual que los de Larrosa y otros autores que he podido leer, describen el acto de leer y escribir como algo complejo, de interiorización, de cambio y acercamiento profundo del ser y de lo que se lee, al iniciar el texto mencioné que este año en especial uno de mis estudiantes cuestionaba mi profesión "esa lectura ha generado mucha transformación en mí", cuando me gradué de ciclo, salí con muchísimas expectativas y con la visión de cualquier profesional de querer cambiar el mundo por algo mejor pero la visión ha ido variando y por lo menos sé que puedo dar mi granito de arena.

Desde el 2008 he trabajado en distintas instituciones privadas y actualmente oficial, me siento bendecida por Dios porque siento que por fin tengo una estabilidad y mis niños necesitan demasiado de mí, pero a veces siento que las estrategias se agotan, los autores nos hablan de miles de metodologías o de lo que nuestros niños deberían hacer o más bien deberían vivir en esa corta edad, pero cuando los problemas y los conflictos sociales son más fuerte hacen que la visión del mundo cambie.

Primero es un grado en el cual los niños deben salir leyendo y escribiendo y pienso que ellos lo hacen desde mucho antes, y me lo demuestran constantemente, algunos de ellos ni siquiera conocen las vocales la mayoría si lo hacen y casi todos las consonantes, pero la lectura que tienen de su mundo ha sido muchísimo más amplia que la que puedo tener yo, la drogadicción, el alcoholismo, las violaciones, la violencia intrafamiliar e inclusive la cárcel modelo o la picota ya la describen, la narran y la dibujan y yo quedo "plop-plop" porque no tengo ni idea, estoy aprendiendo de ellos.

Mi mundo es un aprendizaje diario, una experiencia que me permite escribir una  realidad que me es permitida tener, una lectura de un mundo donde como ser humano me fortalezco cada día más, Edwin mi estudiante en cuestión, me reta a diario, no hace nada, es brusco, golpea a sus compañeros, es grosero muy pero muy grosero, duerme en clase, cada vez que tiene oportunidad come y come, en fin, ¿deshausearlo?, entregarlo a otra institución, no sé si lo que decidí fue lo más sano para el resto de mi grupo de niños, pero por el contrario de muchas de mis compañeras, decidí darle la oportunidad de estar conmigo, es un niño quien con 7 años tiene mucho por contar y nosotros mucho por leer, escribir y reflexionar, sentado sólo a mi lado funciona, quiere que esté sólo para él, me habla, ríe conmigo y siento un poco de tranquilidad en su corazón, lentamente pero con paso seguro ha logrado adaptarse a los niños y cada día intenta encajar con el grupo y con la institución.

Freire en su texto menciona que con nostalgia recuerda muchos hechos de su infancia y narra sus épocas de niño y de docente que lo llevaron a reflexionar acerca de esas experiencias que entretejen sus actos de lectura y escritura, de cómo personas y espacios intervinieron en su vida, el patio de su casa, etc….. mi hoy mi ahora me muestra que de lo buena lectora que sea de la realidad de mis estudiantes, lograré escribir y dejar una huella imborrable en el corazón de esos pequeñitos seres, huella que deseo plasmar con amor sin olvidar que la academia, los conceptos y los aprendizajes son actos de amor!!!


    
 


 


viernes, 25 de marzo de 2016

Texto 14

El Acto de Leer

Texto 14

 

A esta frase: Inicialmente me parece interesante reafirmar que siempre vi la alfabetización de adultos como un acto político y un acto de conocimiento, y por eso mismo como un acto creador. (Freire)

A lo anterior quisiera indicar la alfabetización de adultos como un acto creador y como a partir de las circunstancias de analfabeta se logra reflexionar y analizar el mundo en el que se vive, se hace énfasis en el soñar en creer, es importante decir que como educadores  no pretender que mi verdad es lo único cierto, es de recalcar como vamos dejando a tras la memorización mecánica de la que hablaba freire.

Este autor siempre  nos invitó a criticar, refutar y así podemos tener un acto de reconocer que tenemos una forma diferente de leer el mundo, un acto creador por medio de la lectura se puedan abrir al mundo con la posibilidad de soñar, buscando  siempre la libertad de vivir, teniendo en cuenta las emociones, los olores, los gustos que se van descubriendo en esta trasformación, entra en juego la motivación, la confianza que el alfabetizador aporte. 

La alfabetización es mucho más que leer y escribir. Es la habilidad de leer el mundo. Es la habilidad de continuar aprendiendo y es la llave de la puerta del conocimiento" Paulo Freire

El hecho de definir la alfabetización en el sentido freiriano como una lectura crítica del mundo y de la palabra, equivale a sentar las bases teóricas para analizar más plenamente la forma en que se producen el conocimiento y las subjetividades, dentro de relaciones de interacción en las cuales los maestros tratan de hacerse presentes como autores activos de sus propios mundos. Simon, Empowerment, p. 372.

Alejandra Castaño Bùritica

 

 

 

domingo, 6 de marzo de 2016

Durante el trascurso de la película se hacen evidentes muchas claves en donde se puede encontrar los primeros intereses  que muestra    Hanna  por la lectura.

  • ·         La primera acción se encuentra cuando Hanna le pide a Michael que le lea la obra de  Emilia Galotti, la iniciación en la lectura y  la escritura de todos aquellos que hemos pasado por este proceso, inicia así, pues desde que estábamos en el vientre de nuestra madre o al iniciar en el kínder, escuchamos relatos de cuentos e historias.
  • ·         La segunda acción, es demostrada cuando Hanna expresa por medio del llanto su conexión e interpretación de la historia que Michael está leyendo
  • ·         Varias escenas nos muestran la atención placentera que muestra Hanna al escuchar leer a Michael
  • ·         Una vez en la cárcel, llega  a sus manos los cassettes con las historias grabadas por Michael
  • ·         Empieza a copiar las palabras guiándose por el sonido que hacen estas
  • ·         Empieza a unir frases y  a entender su coherencia
  • ·         Finalmente logra redactar notas para Michael 

Sandra Paola Becerra